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  • Foto del escritorMariano González Cantú

Los diez mejores álbumes en vivo de la historia del rock

Actualizado: 14 dic 2019

Las presentaciones en vivo siempre han estado presentes en la mayoría de los artistas musicales, especialmente los de rock. En numerosos casos, los conciertos son grabados y posteriormente lanzados como un disco. Más de una vez, muchos de esos discos en vivo terminan por ser tan icónicos como otros álbumes de estudio y en algunos casos, las presentaciones en vivo terminan por convertirse en momentos culminantes para la inmortalidad del rock and roll. Nada en todo el mundo de la música es tan puro y tan directo como un concierto, especialmente uno tan electrizante, impactante e irrepetible como los incluídos en esta lista. Estos son solo diez de los centenares de álbumes en vivo que definen el espíritu de sus respectivos artistas.

Live at the Star Club, Hamburg (1964) – Jerry Lee Lewis

Para principios de los años sesenta, Jerry Lee Lewis, uno de los más grandes y legendarios pioneros del rock and roll, no podía ser más irrelevante. Tras una serie de escándalos alrededor de su matrimonio con su prima adolescente en 1958, Lewis mantuvo un perfil bajo en los años siguientes, grabando poco nuevo material. En 1964 los dueños del Star Club en la ciudad de Hamburgo, Alemania comenzaron a grabar las numerosas presentaciones en vivo que ocurrían en aquel lugar y en aquellas circunstancias, el 5 de abril de ese año, Lewis se presentaría en dicho club nocturno, en lo que se convertiría en uno de los conciertos más laureados de la historia de la música. El álbum cuenta con un sonido salvaje y puramente rock and roll, con una energía que ni siquiera las bandas más pesadas de heavy metal podrían replicar. Este gran concierto también demuestra que Lewis fue, hasta la llegada de Elton John, el mejor pianista de rock de la historia. Además, elimina cualquier duda que exista sobre su gran habilidad como intérprete.


At Folsom Prison (1968) – Johnny Cash

Desde que comienzan las primeras notas de “Folsom Prison Blues”, se puede contemplar el inicio del concierto más legendario de Johnny Cash. Similarmente a la de Jerry Lee Lewis, la carrera de Cash sufrió un tropiezo a mediados de los años 60 a causa de su fuerte adicción a las drogas y falta de éxito comercial. Desde hacía cierto tiempo, Cash tenía la intención de grabar un álbum en vivo en una prisión, lo cual tomó forma en enero de 1968 cuando se presentó en la prisión Folsom en California. (Cash había anteriormente hecho referencia a esta prisión en el single original “Folsom Prison Blues” de 1955). Con Carl Perkins, June Carter y The Tennessee Three como acompañamiento, el concierto se grabó el 13 de enero de ese año. El álbum no solo rejuvenecería la carrera de Cash comercialmente; el álbum vendió tres millones de copias, sino que también lo hizo recuperar la credibilidad por parte de la crítica y ganó notoriedad entre los fanáticos de rock de la época.


Kick Out the Jams (1969) – MC5

A diferencia de muchos de los demás álbumes de esta lista, Kick Out the Jams es el debut de la influyente banda de proto-punk MC5. Fue grabado entre el 30 y 31 de octubre de 1968 en el Grande Ballroom en Detroit. Cuenta con muchas de las canciones que definieron los primeros años del grupo, que se interpretaban normalmente en destrozas y a veces controversiales presentaciones en vivo. Clásicos como “Kick Out the Jams”, “I Want You Right Now” y “Rocket Reducer No. 62” son responsables por mucha de la admiración que ha recibido el álbum. Gracias a este y a su sucesor Back in the USA, MC5 son considerados junto a The Stooges y The Velvet Underground como uno los grupos más importantes del proto-punk, pues su influencia se puede ver en las bandas más exitosas en la historia del punk. La fiereza y distorsión presentes en Kick Out the Jams son aún más escandalosas considerando que cuando el concierto ocurrió, “Hey Jude” se encontraba en el número uno de la lista de Billboard.


Live/Dead (1969) – Grateful Dead

Ningún grupo en la historia de la música ha dado conciertos tan increíbles como Grateful Dead. La banda ganó fama a mediados de los años 60 por sus extravagantes improvisaciones en vivo inspiradas por el jazz junto con sus influencias en el folk, el blues, el R&b y, a regañadientes, el rock and roll. Para 1969, ya habían lanzado tres álbumes de estudio, el segundo (Anthem of the Sun) y el tercero (Aoxomoxoa), son clásicos de la era psicodélica. Ambos fueron fracasos comercialmente y dejaron a the Dead endeudados con su disquera, Warner Bros. Tras comprender que hacer álbumes en vivo no les costaba ni un centavo (y que tampoco disfrutaban su tiempo en el estudio), decidieron comenzar a grabar sus conciertos. Live/Dead salió en noviembre del 69, conteniendo fragmentos de presentaciones en Fillmore West y el Avalon Ballroom entre enero y marzo de ese año. El disco, en palabras de Robert Christgau, “contiene la mejor improvisación de rock jamás registrada”.


Live at Leeds (1970) – The Who

En una carrera marcada por grandes y elaborados álbumes de estudio, la calidad de Live at Leeds, el primer disco en vivo de The Who, podría sorprender a más de uno. Tras el tremendo éxito de Tommy, el cuarteto de Londres se embarcó en una gira por distintas universidades en Inglaterra. El 14 de febrero de 1970 se presentaron en la universidad de Leeds. El concierto cuenta con el sonido eléctrico y pesado característico del grupo, mientras se exhiben las grandes habilidades de la banda. Aquí se incluyen los mejores aullidos de Roger Daltrey, los mejores solos de Pete Townshend, las mejores líneas de bajo de John Entwistle y los mejores rellenos de Keith Moon. Entre las canciones incluidas se encuentran versiones extendidas de “My Generation” y “Magic Bus”, así como covers de “Young Man Blues”, “Shakin’ All Over” y “Summertime Blues” y el single original “Substitute”. Live at Leeds es sin duda alguna, indispensable y extremadamente esencial en la discografía de The Who.


Get Yer Ya-Ya’s Out! The Rolling Stones in Concert (1970) – The Rolling Stones

Get Yer Ya-Ya’s Out! al igual Live at Leeds, también ha sido llamado por numerosos críticos como uno de los mejores, o quizás el mejor concierto de una banda rock alguna vez grabado. La gira americana de 1969 de los Rolling Stones es una de las más importantes en toda la carrera del grupo. Fue la primera con Mick Taylor, quien remplazó a Brian Jones poco antes, y fue la última en la que no contaron con músicos adicionales, excepto por el pianista Ian Stewart. El disco es una compilación de las mejores piezas grabadas entre el 26 y el 28 de noviembre en el Madison Square Garden en Nueva York y el Civic Center en Baltimore. Get Yer Ya-Ya’s Out! contiene versiones que hicieron de “Love in Vain” y “Midnight Rambler” dos de las más pedidas y favoritas de los fans. No obstante, las versiones de estudio de ambas canciones son mejores, aunque todas las demás grabaciones en vivo del disco son excelentes. “Jumpin’ Jack Flash”, junto con “Carol” y “Little Queenie”, ambas originalmente de Chuck Berry, son las más destacadas.


At Fillmore East (1971) – The Allman Brothers Band

Antes de que At Fillmore East se convirtiera en el álbum que le daría éxito comercial y con la crítica a la banda de Gregg y Duane Allman, esta no contaba con mucha fama. The Allman Brothers Band y Idlewild South fueron sus primeros dos discos de estudio. Ambos sufrieron de pocas ventas, aunque con los años se convirtieron en clásicos, gracias a su sucesor, su primer álbum en vivo. Canciones como “In Memory of Elizabeth Reed” y especialmente “Whipping Post” son dos de las más famosas de la banda, y sus versiones capturadas en vivo en Fillmore East en marzo de 1971 son la razón principal de su popularidad. Similarmente a Grateful Dead, los Allman demostraron su gran habilidad en la improvisación en At Fillmore East, en lo que sería la culminación de sus influencias musicales y el auge del southern rock. Este fue el último álbum del grupo lanzado antes de la muerte del guitarrista Duane Allman en octubre del mismo año.


Rock of Ages (1972) – The Band

Entre el día 28 y 31 de diciembre de 1971, The Band se presentó en la academia de música de Nueva York. Tras tener éxito comercial con sus primeros dos álbumes y llegar al número cinco en la lista de Billboard por Stage Fright, su cuarto esfuerzo de estudio, Cahoots, sería un paso en falso para el grupo, teniendo menos ventas y peores reseñas. Rock of Ages, que es un álbum doble que captura los mejores momentos de los cuatro conciertos en Nueva York, fue el regreso de The Band a lo alto de la lista de éxitos y a la credibilidad con la crítica. El quinteto canadiense siempre contó con un sonido muy diferente al de sus contemporáneos. Eso también es más que evidente que en este álbum en vivo, pues sus conciertos no son tan desordenados y salvaje como los de otras bandas de la época. Estas grabaciones prueban la excelencia y musicalidad del grupo gracias a su entrenamiento clásico.


Time Fades Away (1973) – Neil Young

Neil Young siempre quiso ser músico, pero nunca una estrella pop. Tras el descomunal éxito comercial de Harvest, Young se embarcó en una agotadora gira para su promoción, junto con The Stray Gators y ocasionalmente, sus compañeros de Crosby, Stills, Nash & Young. La gira fue un infierno para Young, pues la presión de la disquera y del éxito popular le afectó negativamente. Estos conciertos fueron llamativos por sus sets compuestos de canciones nunca antes publicadas, lo que causó controversia entre los espectadores. Como era de esperarse, el álbum, que contiene numerosas grabaciones de conciertos de su peor gira, no fue del gusto de Young, aunque fue un éxito comercial y con la crítica. Solo se han tocado sus piezas esporádicamente a través de los años, pero el álbum y algunas de sus canciones como “Time Fades Away”, “L.A.” y “Journey Through the Past” son extremadamente populares entre sus admiradores.


Irish Tour ’74 (1974) – Rory Gallagher

Aunque no tenga el renombre de Eric Clapton o Jeff Beck, Rory Gallagher es uno de los mejores guitarristas de blues de su época. Gallagher ganó fama gracias a ser miembro fundador de la banda Taste, que en su momento llegó a apoyar las giras de artistas como Cream y Blind Faith. Tras irse de solista, Gallagher se hizo aún más famoso en la escena musical de principios de los setenta por sus excelentes conciertos. El guitarrista irlandés siempre prefirió grabar en vivo que ir al estudio y esto culminó en la grabación de unas interpretaciones en Irlanda e Irlanda del Norte en enero de 1974. Su actuación en Belfast fue la más memorable. En aquel momento, el Ejército Republicano Irlandés había hecho del ambiente en Irlanda del Norte muy tenso y violento, con numerosos bombardeos y eventos que causaron que muchos conciertos fueran cancelados. Contra todo pronóstico, Gallagher no canceló su concierto y este terminó siendo el más inolvidable de la gira.


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