Un día como hoy, el 5 de diciembre de 1969, los Rolling Stones lanzaron un álbum que se convertiría en uno de los más representativos e icónicos de la historia de la música, Let It Bleed. Actualmente, es famoso por contar con dos de las canciones más famosas del grupo: “Gimme Shelter” y “You Can’t Always Get What You Want”, no obstante, esto ha causado que las demás piezas del disco, todas igualmente excelentes, no cuenten con la misma notoriedad que las otras dos. Esto evita que se comprenda la gran realización detrás del álbum, así como su complejidad musical y sus excelentes composiciones.
El álbum llegó en uno de los momentos más tormentosos para la banda. Brian Jones, quien fue el líder del grupo antes de que Mick Jagger y Keith Richards se convirtieran en los líderes de facto por sus aportaciones creativas, cayó profundamente en la drogadicción, algo que tenía años en fabricación. Jagger, Richards y el baterista Charlie Watts, los tres miembros centrales de los Stones, terminaron por despedir a Jones mientras se grababan las primeras sesiones de Let It Bleed, pues hacía meses que éste había perdido la confianza de sus compañeros y estaba más y más ausente del estudio. Mick Taylor remplazaría a Jones como segundo guitarrista, aunque la mayoría de las partes de guitarra del disco fueron interpretadas por Richards. Musicalmente, Let It Bleed expande las ideas y los géneros explorados en su álbum predecesor, Beggar’s Banquet; ambos cuentan con un estilo fuertemente influenciado por el blues americano con el que crecieron, así como con un sonido más crudo y puro que el presente en su música anterior. Pero fue el segundo de estos dos esfuerzos del grupo que llevó hasta el extremo lo que su música podía ser, elevándose a un nivel mítico que solamente los Beatles o Pete Townshend han podido lograr.
La canción que abre el álbum es “Gimme Shelter”, la que muchos consideran la mejor composición de Jagger y Richards. Su atmósfera y su letra retratan a la perfección la violenta y desastrosa era que fue el fin de la década de los 60. La inspiración para esta viene de la oposición a la guerra de Vietnam, las tensiones raciales y la incertidumbre sobre lo que causarían tales situaciones, creando una verdadera banda sonora para el apocalipsis. Aunque nunca fue sacada como single, esta pieza cuenta con la inmortalidad de “(I Can’t Get No) Satisfaction)”, “Paint It Black” y “Sympathy for the Devil”. La segunda canción es una cover del popular estándar de blues “Love in Vain” compuesto por Robert Johnson. El gran trabajo acústico en el acompañamiento al igual que el singular canto de Jagger la hacen una joya escondida que no debería de pasarse por alto. La tercera pieza es similarmente rudimentaria y sencilla, es una versión country blues del popular single “Honky Tonk Women”, retitulada “Country Honk”. “Live With Me”, la cuarta canción, es tal vez la más pesada del disco, siendo una infravalorada y electrizante composición de la banda, sin dejar de lado la clara influencia de la música afroamericana. “Country Honk” y “Live With Me” son las únicas dos canciones del álbum que cuentan con Mick Taylor. El lado 1 concluye con “Let It Bleed” el único single y la canción que da título al álbum. El single cuenta con el ritmo y los arreglos característicos de los Stones. El lado 2 es aún más oscuro y turbio que el primero, abriendo con la legendaria “Midnight Rambler”, basada en la vida del estrangulador de Boston; sus drásticos cambios de tempo y su perturbador blues la hacen una obra maestra de los Stones. “You Got the Silver” es otra sencilla y directa (aunque igualmente brillante) canción de blues, que cuenta con la distinción de ser la primera vez que Keith Richards sería la voz principal en solitario. “Monkey Man” es la penúltima composición de Let It Bleed, y es la más parecida (musicalmente al menos) a “Live With Me”, ambas claramente cuentan con elementos del hard rock. El disco termina con “You Can’t Always Get What You Want”, posiblemente la canción más poderosa y conmovedora del grupo, tanto es su impacto que mucha gente ignora su pesimismo y su temática terrorífica y, como se mencionó anteriormente, apocalíptica.
El álbum llegó un día antes de la aparición de la banda en el festival gratuito de Altamont Speedway, que terminó en caos y tragedia, demostrando una faceta más oscura de la contracultura en la década de los 60. Revisitando y analizando los hechos, parecería que los Stones de alguna manera predijeron los horribles hechos que transpiraron en aquel concierto, haciéndolo todo aún más aterrador. 50 años después, Let It Bleed sigue siendo considerado un clásico de la época, no solo por sus grandes canciones, sino por su percepción de la mortalidad y el desconcierto y sus retratos de una época plasmada por tragedia, violencia y rebelión.
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